Para este tutorial nos serviremos del apoyo de un video en el que se explica reiteradamente el procedimiento.
Pero antes de pasar a verlo vamos a sentar las bases para poder conseguir una buena soldadura a la primera.
Soldar con estaño consiste en unir dos o mas piezas con una envoltura de este material fundido. Como material de soldadura empleamos aleaciones de estaño/plomo y estaño/plata a las que suelen añadirsele resinas que facilitarán la soldadura. Esta resina también puede comprarse en forma de pasta para acondicionar además las superficies a soldar, aunque por regla general es suficiente la resina que aporta el propio estaño cuando este es de calidad.
Dependiendo de la riqueza de la aleación, la temperatura de fusión del estaño variará pero nunca estará por debajo de doscientos grados.
El soldador de lápiz o pistola (llamado cautín en latinoamerica); calentado por resistencia electrica es el que se suele usar. Yo recomiendo utilizar alguno de marca reconocida, pues otros mas baratos suelen dar problemas de sobrecalentamiento de las piezas o de falta de recubrimiento de las puntas en las que fluirá deficientemente el material fundido.
El proceso no es difícil, no requiere de especial destrezas aunque la práctica mejora el aspecto de la soldadura y evita las soldaduras frías o el cortocircuito de pistas por desbordamiento de estaño fundido.
Importante colocar de forma estable las piezas a soldar, que no exista movimiento. Para ello en ocasiones podremos servirnos de la ayuda de pinzas, «pulpos» y soportes que inmovilicen los componente, incluso en ocasiones he tenido que utilizar una pistola de cola caliente (mal llamada silicona caliente) para fijar condensadores grandes al circuito antes de soldar sus terminales. Y por último, dejar enfriar la soldadura lentamente, pues es error de principiante soplar para acelerar el proceso y lo único que conseguimos son soldaduras con falta de adherencia o frágiles que se resquebrajan a la mas mínima tracción.